Armengol sólo tiene un alergólogo para más de un millón de baleares
Baleares es la región con menos especialistas de la sanidad pública española y no dispone de un servicio propio de alergología
Según la recomendación de la OMS, faltarían 23 especialistas en el IB-SALUT, en Canarias hay 32
Los médicos de Baleares acusan a Armengol de priorizar la política y el catalán a la salud de las personas
El Govern que preside la socialista Francisca Armengol sólo tiene un alergólogo para más de un millón de habitantes en las Islas Baleares, lo que la convierte en la última comunidad en número de alergólogos en la sanidad pública. Además es la única región del país que no dispone de un servicio propio de Alergología en el sistema sanitario público.
El archipiélago tiene a una única especialista en la red pública para toda la población de Baleares, cerca de un 1.200.000 personas, cuando lo óptimo, según la Organización Mundial de Salud, sería uno para cada 50.000, es decir, que tendría que haber unos 24. Esta alarmante inequidad que padece desde hace décadas la sanidad pública balear se hace más notoria cuando se compara con Canarias, que dispone de 32 alergólogos para aproximadamente 2,4 millones de habitantes. La comunidad canaria sí cumple a la perfección la recomendación de la OMS.
Durante la última década, la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC) viene denunciando esta endémica deficiencia sanitaria que sufre la comunidad balear, la cual obliga a muchas personas con alergias a tener que recurrir a servicios privados o incluso desplazarse a otras regiones peninsulares para ser atendidos en casos complejos.
El doctor César Alías es el jefe de la Unidad de Alergología de la Clínica Corachán de Barcelona y uno de los coordinadores de Alergomenorca. Este facultativo explica a OKDIARIO que «en Baleares sí que hay profesionales, lo que no hay es un servicio público de alergología, cosa que no ocurre en el resto de comunidades autónomas, por lo que los residentes de las Islas se pueden considerar ciudadanos de segunda».
Para el doctor Alías, «el tratamiento de cualquier enfermedad es primordial para mejorar la calidad de vida de todos y cada uno de los pacientes, pero previo a ello es la existencia de un correcto mecanismo y capacidad de diagnóstico. Por este motivo, la alergia se halla infratratada e infradiagnosticada en Baleares, recayendo en un insostenible coste para la ciudadanía en términos de calidad de vida, de pérdida de productividad y de un exceso de uso de los servicios de urgencias».
«Un ejemplo claro es la desensibilización a los alimentos para pacientes pediátricos o a fármacos tan importantes como los quimioterápicos. En otras regiones, los pacientes sí tienen este tipo de servicio en la sanidad pública. Aquí, sin embargo, muchos deben pasar por la sanidad privada o viajar a hospitales de otras comunidades autonómicas», esgrime el doctor Alías, quien a renglón seguido lamenta que la solución para estos pacientes es, simplemente, «evitar alimentos o fármacos que generen reacción alérgica grave y esperar no recibir picaduras de himenópteros».
Se calcula que el 25 % de la población tiene algún tipo de alergia y entre las más habituales se incluyen: asma, rinitis, eczema, urticaria, angioedema, anafilaxia, alergia a alimentos, alergia a medicamentos, alergia a venenos y alergia ocupacional. «El tipo de patología también varía según la edad. Entre niños es más frecuentes la alergia alimentaria y la respiratoria y en la edad adulta se mantiene la prevalencia de la respiratoria seguida de la alergia a medicamentos», concluye el doctor Alías.
Cabe señalar que antes del 2018 la situación en Baleares respecto a la falta de servicios públicos de alergología era aún más grave. Y es que fue en ese año cuando el IB-Salut incorporó a la primera -y hasta la fecha, la única- especialista en alergología, la doctora Sendy Chugo. Esta profesional forma parte del cuadro médico y asistencial del Hospital Universitario de Son Espases, pero desarrolla su labor como adscrita al servicio de Otorrinolaringología en dicho centro hospitalario.
No en vano, el pasado 3 de marzo de 2022 en la Comisión de Salud del Parlamento balear se aprobó por unanimidad una Proposición No de Ley (PNL) que insta a la Conselleria de Salud a avanzar en la aprobación y puesta en marcha de un servicio público que acabe con la discriminación de los pacientes alérgicos baleares. Y en el pasado otoño la propia consellera socialista de Sanidad, Patricia Gómez, anunció públicamente su compromiso firme al impulso y creación de Unidad Clínica Multidisciplinaria de Alergología en Son Espases durante el acto inaugural del Simposio Internacional de Alergología Personalizada: Inmunoterapia y Alergia a los medicamentos.
Un compromiso que se materializó, además, con la aprobación de una partida presupuestaria de 250.000 para que, a partir de 2023, se contrataran a dos enfermeras y a un auxiliar para que dieran apoyo a la doctora Chugo. Desde la Sociedad de Alergología, en cambio, reclamaban que el servicio debería contar con cinco especialistas desde el inicio, con un coste de 700.000 euros para comenzar.
Si bien el gobierno balear de coalición de socialistas, independentistas de Més y Podemos pretende crear esta unidad multidisciplinar de forma progresiva, la realidad es que, a fecha de hoy, no se ha sacado ninguna oferta pública para este servicio especializado.
Respecto a ello, el grupo Ciudadanos Baleares ha registrado este miércoles en el Parlament una batería de preguntas sobre la implantación de la unidad multidisciplinar de alergología en el IB-Salut. «El subdirector de Atención Hospitalaria y Salud Mental del Servicio de Salud de las Islas Baleares informó, en una reunión mantenida con la SEAIC en fecha 6 de octubre de 2022, de la decisión de crear una unidad clínica multidisciplinar –que no un servicio– con cinco alergólogos (el que está actualmente más cuatro nuevos)», señalan.
Así pues, en el próximo pleno el portavoz adjunto del grupo parlamentario de CS Baleares, JuanMa Gómez, instará a la consellera de Salud del Ejecutivo autonómico a que «informe por qué no está implementada la unidad de alergología tal y como se comprometió tanto en los presupuestos, como en el congreso que se celebró en octubre en Baleares».